sábado, 5 de mayo de 2012

NO JUZGUES, SERÉNATE Y APRENDE

Cuántas veces hemos  oído o nos han dicho aquello de:

-Seguro que yo no hubiera soportado tanta presión en el trabajo, yo no hubiera podido estar separada de mi hijo tanto tiempo,  yo no soportaría eso o lo otro, etc.
Cuando algo o alguien hace que tu vida de un giro, que todo lo que tenías hasta ahora “ controlado” ya no lo está, caes en el abismo del desconcierto, del dolor, del desencanto y parece que el mundo te haya elegido a ti para pasar por ese mal momento.

Es entonces cuando el cuerpo se rehace .Alguien se ha parado a pensar que en situaciones extremas el cuerpo es capaz de aguantar lo inaguantable, que ante situaciones adversas nos hacemos más fuertes, más tolerantes, más grandes y a veces, por que no, más honestos y sinceros con nosotros mismos.
Sólo tiene que existir un motivo por el que seguir adelante. Es cierto que cuando la mente no está clara, los pensamientos son difusos y distorsionados, es entonces cuando se puede caer en el gran error de rendirse y de creer que ya no merece la pena seguir, pero por eso, es necesario dejar serenar la mente y pensar con claridad, seguro que siempre existe un buen motivo para continuar (es el trabajo de mi vida, es el bienestar de mi hijo,  o a pesar de todo sigue existiendo amor, etc.),
De todas las situaciones, por las que pasa tu vida y te pone a prueba, se saca algo positivo, algo que ni tú mismo conocías, reconoces tus debilidades, pero también, reafirmas tu seguridad, tu confianza. Empiezas a ver los cambios que han ocurrido a tu alrededor y empiezas a disfrutarlos, reconoces también a los verdaderos amigos, los que estuvieron ahí tanto en las risas como en los llantos,

“Disfruta, de todo lo aprendido, recuerda que algo desagradable en  tu vida, es la mejor opción para aprender y cambiar aquello que no te gusta “